
No sabemos qué edad tenía cuando fue deportado. Según Flavio Josefo[i] era todavía un niño; en este caso debió de nacer entre el 610 y el 605. Pero no tenemos seguridad alguna. Otros autores (Orígenes, Efrén, Schedl, Testa) piensan que el año treinta de 1,1 se refiere a la edad del profeta; de ser cierto, habría nacido el 622, cuando se encontró en el templo el Libro de la Ley. Si damos crédito a los datos del libro, es seguro que fue deportado a Tel Abib, junto al río Quebar, probablemente cerca de Nipur. Sabemos también que estaba casado (no hay noticias de que tuviese hijos) y que enviudó poco antes de la caída de Jerusalén.
Frente a esta escasez de datos biográficos extraña la abundancia de indicaciones sobre la personalidad del profeta. Tiene frecuentes visiones (1,1-3,15; 3,16a.22sss; 8-11; 37,1-14; 40-48), en las que actúa y participa. Más que ningún otro profeta realiza acciones simbólicas y mímicas (batir palmas, bailotear). Es propenso al abatimiento, aunque otras veces se muestra casi insensible. Durante un período relativamente largo pierde el habla.
Todo esto ha llevado a considerar a Ezequiel una personalidad enfermiza. Klostermann[ii] estima que los capítulos 3-24 son el diario de un enfermo, al que sigue su curación en 33-48. Según este autor, ya el relato de la vocación revela aspectos enfermizos (devorar el rollo); luego no puede hablar durante siete días; la visión de 3,22ss le indica que su lugar de actividad será el lecho de enfermo; durante 390 días (4,4) padece una hemiplejía de la parte derecha, a la que siguen 40 días de anestesia de la parte izquierda. Al cuadro clínico pertenece también el batir palmas (6,11; 21,9) y el bailoteo (6,11). La muerte de la esposa le hace perder el habla por completo. En resumen, según Klostermann se trata de una catalepsia. Años más tarde, Karl Jaspers diagnosticó a Ezequiel como una personalidad esquizofrénica[iii].
Los estudios de este tipo cometen dos errores fundamentales: el primero, interpretar ciertos datos al pie de la letra; el segundo, no contar con la existencia de añadidos posteriores al profeta, que no sirven para conocer su personalidad. Por ejemplo, 4,4-8 ha sufrido tales retoques y añadidos que no podemos basar en este pasaje una posible hemiplejía o anestesia. Sí parece cierto que Ezequiel tenía una sensibilidad especial, más fina y aguda que la de otros profetas[iv].
NOTAS
[i]. Antiquitates. X, 98.
[ii]. "Ezechiel. Ein Beitrag zu besserer Würdigung seiner Person und seiner Schrift": ThStKr 50 (1877) 391-493.
[iii]. "Der Prophet Ezechiel. Eine pathographische Studie", en Arbeiten zur Psychiatrie, Neurologie und ihre Grenzgebieten, Fs. K. Schneider (1947), 77-85.
[iv]. Sobre el tema véase: E. E. Broome, "Ezekiel's Abnormal Personality": JBL 65 (1946) 277-92; K. van Nuys, "Evaluating the Pathological in Prophetic Experience (Particularly in Ezekiel)": JBR 21 (1953) 244-51; N. H. Cassen, "Ezekiel's Psychotic Personality: Reservations on the Use of the Couch for Biblical Personalities", en The Word in the World, Fs. F. L. Moriarty (Cambridge 1973) 59-70.
[ii]. "Ezechiel. Ein Beitrag zu besserer Würdigung seiner Person und seiner Schrift": ThStKr 50 (1877) 391-493.
[iii]. "Der Prophet Ezechiel. Eine pathographische Studie", en Arbeiten zur Psychiatrie, Neurologie und ihre Grenzgebieten, Fs. K. Schneider (1947), 77-85.
[iv]. Sobre el tema véase: E. E. Broome, "Ezekiel's Abnormal Personality": JBL 65 (1946) 277-92; K. van Nuys, "Evaluating the Pathological in Prophetic Experience (Particularly in Ezekiel)": JBR 21 (1953) 244-51; N. H. Cassen, "Ezekiel's Psychotic Personality: Reservations on the Use of the Couch for Biblical Personalities", en The Word in the World, Fs. F. L. Moriarty (Cambridge 1973) 59-70.
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