miércoles, 29 de agosto de 2007

1. ¿CUÁNDO Y DÓNDE ACTUÓ EZEQUIEL?


1. Fecha de actividad

El libro de Ezequiel comienza con una fecha enigmática, todavía no aclarada por los comentaristas: el año treinta (Ez 1,1), que el verso siguiente identifica con el quinto de la deportación de Jeconías, es decir, con el 593/2 a.C. Los datos que ofrece el libro en otros pasajes hacen el cómputo a partir de este mismo acontecimiento, fechando distintos oráculos en los años sexto (8,1), séptimo (20,1), noveno (24,1), décimo (29,1), undécimo (26,1; 30,20; 31,1), vigésimo quinto (40,1) y vigésimo séptimo (29,17). Por consiguiente, las fechas del libro se refieren a un período comprendido entre los años 592 y 571 a.C. De los libros proféticos, sólo Ageo y Zacarías ofrecen datos tan minuciosos como el de Ezequiel.

Durante siglos, nadie puso en duda el valor de estas fechas. Cuando Zunz, en 1832, situó estos oráculos durante el período persa, exactamente entre los años 440-400 a.C., no encontró el menor eco. Igual le ocurrió a Seinecke, quien en 1876 consideraba el libro de Ezequiel un pseudoepígrafo escrito el 163 a.C.

Sin embargo, la opinión tradicional se vio atacada de forma cada vez más intensa y frecuente. J. Smith [i] considera a Ezequiel un profeta israelita (no judío) nacido en el siglo VIII; deportado por los asirios en el año 734, volvió a Palestina el 691 (el año treinta de la caída de Samaria) para instruir al pueblo; por consiguiente, actuó un siglo antes de lo que indica el libro. Un redactor posterior es el responsable de que Ezequiel aparezca ahora como un profeta judío del destierro babilonio[ii].

C. C. Torrey [iii], niega la existencia de Ezequiel; el libro es un pseudoepígrafo escrito hacia el 240 a.C.; en su primera redacción presentaba a Ezequiel como un profeta que actuaba en tiempos de Manasés (primera mitad del siglo VII), condenando el sincretismo y la idolatría. Más tarde, hacia el año 200, esta obra sufrió una profunda reelaboración y adquirió la ambientación babilónica que ahora posee[iv].

Entre estas dos posturas extremas existen otras que no es preciso detallar[v]. Todas ellas se basan en una desconfianza radical e injustificada con respecto a las numerosas fechas del libro, o en unos presupuestos que, al cabo de los años, se han demostrado totalmente falsos. Pensamos que la actividad profética de Ezequiel tuvo lugar entre los años 592-571, como mantienen numerosos comentaristas recientes[vi].

Las diversas opiniones podemos resumirlas en el siguiente cuadro.
Smith691 a.C. y siguientes
DATOS DEL LIBRO592-571
a.C.
Zunz440-400 a.C.
Torrey (pseudoepígrafo)240 a.C.
Seinecke (pseudoepígrafo)163 a.C.

2. Lugar de actividad

Según la opinión tradicional, Ezequiel marchó al destierro el año 597; allí recibió la vocación, y entre los desterrados ejerció su ministerio. Es lo que se deduce de una lectura rápida del libro. La vocación tiene lugar "hallándome entre los desterrados" (1,2), "en tierra de los caldeos", junto al río Quebar (1,3); después de la visión del templo profanado, el espíritu lo devuelve "al destierro de Babilonia" (11,24) y habla con los deportados (11,25).

Sin embargo, constatamos que la mayoría de los oráculos se dirige en los capítulos 1-24 contra Judá y Jerusalén; el profeta conoce perfectamente la situación religiosa, las intrigas políticas de la capital; parece preocupado exclusivamente por sus problemas, mientras calla por completo sobre el rey Jeconías, desterrado en Babilonia, y los problemas de los exiliados. Esta aparente contradicción ha hecho que se propongan diversas teorías sobre el sitio de actividad de Ezequiel:

a) Único lugar: Jerusalén.

V. Herntrich:
Ezequiel fue un profeta jerosolimitano; en Jerusalén desempeñó su ministerio y allí tuvo lugar la redacción básica de los capítulos 1-39, reelaborados más tarde en Babilonia (hacia el 573), donde se añadieron los capítulos 40-48[vii].

b) Doble lugar de actividad

Oesterley-Robinson:
Ezequiel actuó en la capital judía desde el 602 al 598; luego fue deportado y continuó su actividad en el exilio.
Van der Born también defiende un ministerio palestinense y otro babilonio, aunque pone la división entre ambos en el año 586.
Matthews: el profeta, tras predicar en Palestina, siguió haciéndolo en un sitio difícil de identificar (Fenicia, norte de Israel o incluso Egipto).

c) Triple lugar

Bertholet:
Ezequiel recibió el año 593/2 una primera vocación en Jerusalén (2,3-3,9); allí predicó hasta el 586. Durante el asedio abandonó ostensiblemente la ciudad (12,1-20) y se estableció en una aldea de Judá. Más tarde marchó a Babilonia, donde el 585 recibió una segunda vocación (1,4-2,2)[viii].
O. R. Fischer: Ezequiel fue deportado en el 598; tras ser llamado por Dios en Babilonia el 593, volvió a Jerusalén y permaneció allí hasta la caída de la capital, volviendo luego a Babilonia.
La opinión predominante sigue siendo la más concorde con los datos del libro. Ezequiel, desterrado con Jeconías el 597, fue llamado por Dios en el exilio, y en medio de los desterrados desarrolló toda su actividad profética. No hay datos de que volviese a Jerusalén. Como veremos más adelante, tiene pleno sentido el que Ezequiel se preocupe por la problemática de Judá y Jerusalén y hable de ella a los desterrados. Y no es extraño que conociese la situación religiosa y política, ya que los contactos con Palestina debieron de ser más frecuentes de lo que pensamos (cf. Jer 29; 51,59ss)[ix].

NOTAS

[i]. J. Smith, The Book of the Prophet Ezekiel (Londres 1931).
[ii]. Los argumentos de Smith para justificar el pretendido origen norisraelita de Ezequiel son los siguientes: a) El término "casa de Israel", tan frecuente en el libro, no se refiere a Judá, sino al Reino Norte; b) las idolatrías descritas en el c.6 son características del norte; c) los oráculos contra los falsos profetas de Ez 13 se aplican mejor a Israel que a Judá; d) la imagen de la vid en Ez 15 fue también usada por profetas del norte; e) en el c.23, los pecados de Judá son peores que los de Israel. Es fácil advertir la debilidad de los argumentos.
[iii]. C. C. Torrey, Pseudo-Ezekiel and the Original Prophecy (New Haven 1930).
[iv]. Torrey se basa en que la tradición rabínica contenida en Baba Bathra 14b.15a atribuye el libro de Ezequiel a los hombres de la Gran Sinagoga. Además, aduce los siguientes argumentos para una fecha tardía: el sincretismo descrito por el libro de Ezequiel no es compatible con la época de finales del siglo VII y principios del VI, ya que la reforma de Josías tuvo pleno éxito; la mención de Paras (Persia) en 27,10; 38,5 es imposible en esta época; los aramaísmos sugieren también una fecha tardía, igual que las afinidades con la Ley de Santidad (H) y las otras obras sacerdotales (P). Estos y otros argumentos de Torrey han ido cayendo poco a poco, tras un estudio más minucioso. Paras, por ejemplo, se encuentra mencionado en documentos del 592 a.C. Por otra parte, Torrey parte del supuesto de que el ataque babilonio y la deportación del 586 carecieron de importancia; la arqueología ha demostrado su extrema gravedad.
[v]. Winckel situaba la actividad de Ezequiel entre 539-515; Messel data estos oráculos hacia el 400 a.C. y la tarea del redactor en el 350 aproximadamente. Sobre estas y otras opiniones cf. Robert-Feuillet, Introducción a la Biblia I, 492s; O. Eissfeldt, Introduction to the Old Testament, 367-72; W. Zimmerli, Ezechiel, BK XIII/1, 4-12.
[vi]. Por ejemplo, sólo entre los posteriores a 1950, Lods, Howie, Fohrer, Eichrodt, Rowley, Gelin, Wevers, Zimmerli, Testa, Lang, Seitz, etc.
[vii]. V. Herntrich, Ezechielprobleme, BZAW 61 (Berlín 1933). Esta opinión la siguen Harford, Berry, Brownlee, Hyatt.
[viii]. Esta opinión ha influido en autores como Auvray, Dumeste, Spiegel, Noth, Steinmann, Irwin, etc.
[ix]. La teoría de un único lugar de ministerio la defienden Fohrer, Eichrodt, Wevers, Howie, Albright, Cooke, Kittel, Lods, Eissfeldt, Ziegler, Rowley, Gelin, Testa, Zimmerli, etc.

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