miércoles, 29 de agosto de 2007

1.1. LA ÉPOCA



El año 609, al morir Josías en la batalla de Meguido, termina el último momento de esplendor del reino de Judá. Joaquín, que había subido al trono el año 609 por decisión del faraón Necao, hubo de someterse a Babilonia hacia el 603; pero más tarde dejó de pagar tributo y esto provocó un primer asedio de Jerusalén y la deportación de un grupo importante de judíos en el año 597. Entre ellos marcha a Babilonia un muchacho que poco después recibirá la vocación profética: Ezequiel. Jeconías, que sólo lleva tres meses de reinado, también marcha al destierro.

Para sustituirlo, Nabucodonosor nombre rey a Matanías, cambiándole el nombre por el de Sedecías (597-586). Durante nueve años se mantiene en calma, pagando tributo. Sólo el 594 habrá un momento de tensión; aprovechando quizá ciertas revueltas internas en Babilonia, representantes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón se reunen en Jerusalén; parece llegado el momento de la independencia. Sin embargo, la revuelta no se produce entonces. Llegará el 588. Nabucodonosor responde de inmediato asediando Jerusalén; tras año y medio de sitio, forzada por el hambre, la capital se rinde el 19 de julio del 586. Un mes más tarde tendrá lugar el incendio del templo, del palacio real y de las casas; los babilonios saquean los tesoros, derriban las muralla y deportan a un nuevo grupo de judíos (cf. 2 Re 25).

Babilonia. Reconstrucción idealEste grupo de desterrados engrosa la filas de los que marcharon a Babilonia el 597. Lo han perdido todo: la tierra prometida, la ciudad santa, el templo, la independencia. Ni siquiera les queda la esperanza del retorno o la seguridad de ser el pueblo elegido y amado por Dios. Sin embargo, esta época del exilio será una de las más creativas de la historia de Israel: una "siembra entre lágrimas" que produce "una cosecha entre cantares" (Sal 126,5). Ezequiel será uno de los protagonistas más activos de estos años, reflejando a través de su mensaje la inminencia de la catástrofe y la esperanza de la restauración.

Jardines de Babilonia

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